Sobre su fundador, Luis Arguedas Rodríguez

Sobre una base de esfuerzos, actuaciones, persistencia y conocimientos Luis Arguedas siendo un joven de veinte años alcanzó metas importantes, que marcaron huellas, y son similares a los anhelos de muchos de nuestros jóvenes hoy, algunas de ellas matizadas de colores sociales, educación, cultura, política, deporte, emprendimientos, inmersas en las realizaciones de vida propias de nosotros los seres humanos y cuyo escenario para la puesta en escena de su obra fue el cantón Desamparados. 

Este insigne desamparadeño de corazón dedicó mucho de su tiempo a escuchar a hombres y mujeres, y expresar a través de su medio de comunicación el sentir genuino de los coterráneos, tejiendo una visión objetiva pero siempre crítica, del desarrollo de nuestras comunidades. Su oratoria, el arte para la escritura, su capacidad de crear, fueron la combinación perfecta para convertirse en el brillante editor del Periódico El Desamparadeño, con el cual logró revestir de esperanza, desbordar de emotividad nuestros corazones.

Con la trayectoria de 20 años como director, editorialista y redactor de su periódico fundado con el objetivo de enaltecer las raíces desamparadeñas, que en sus inicios se llamó “Desamparados Hoy y Siempre” y actualmente editado como “El Desamparadeño”, Luis Arguedas Rodríguez consiguió inculcar en la sociedad los imprescindibles valores de ser generoso en la prosperidad; justo y humilde con todos los hombres y mujeres; bálsamo y alegría para la tristeza del prójimo; firme columna en el templo de la honestidad, boyante nave en el mar del conocimiento y fruto altruista en el árbol de la humanidad. Luis Arguedas Rodríguez, también incursionó en el ámbito de la literatura costarricense con su novela “El Invierno de los Desposeídos” publicada por la editorial de la Universidad de Costa Rica en el año del 2008 ahora disponible en la biblioteca digital. 

Fue el primer desamparadeño en ser galardonado como dramaturgo en el año 2011 en el séptimo concurso de dramaturgia inédita auspiciado por el Teatro Nacional de Costa Rica con su obra teatral “Burócratas todos”, cuyo relato era una crítica personificada en sus actores hacia la lentitud de los procesos en las Instituciones del Estado en la que se encuentran atrapados la mayoría de los costarricense. Dirigida a jóvenes y adultos, fue presentada en salas de San José, Alajuela, Heredia, Cartago y Puntarenas. Testimoniando las meditaciones del orador mexicano Antonio Miguel Saad, se puede exclamar que “Luis, permanecerá para siempre dentro de los corazones y el entendimiento de la ciudadanía desamparadeña, ya que a través de su maestría ha dejado una riqueza material en sus enseñanzas y una fortuna espiritual en su ejemplo de persona y amigo”.